1. Supervisión constante: Con un sistema de portería remota, es posible tener una supervisión constante de la entrada o portería. Las cámaras de video y otros dispositivos permiten monitorear en tiempo real lo que está sucediendo, lo que ayuda a detectar actividades sospechosas o no autorizadas de manera inmediata.
  2. Control de acceso centralizado: Mediante un centro de control remoto, se puede gestionar y controlar el acceso de forma más eficiente. Se pueden verificar las identificaciones, comunicarse con las personas que desean ingresar y autorizar o denegar el acceso de manera remota. Esto reduce el riesgo de errores o fraudes, ya que el personal en el centro de control puede tomar decisiones basadas en información precisa y actualizada.
  3. Registros de acceso detallados: Un sistema de portería remota registra y documenta los eventos de acceso, incluyendo registros de video y registros de intercomunicación. Esto proporciona un historial detallado de las personas que ingresan o intentan ingresar, lo que puede ser útil en caso de investigaciones posteriores o para realizar un seguimiento de la seguridad en el tiempo.
  4. Disuasión de intrusos: La presencia de cámaras de seguridad y sistemas de intercomunicación en la portería remota puede disuadir a posibles intrusos o delincuentes. Saber que están siendo observados y que hay un control centralizado puede disuadir a personas no autorizadas de intentar ingresar o llevar a cabo actividades ilícitas.
  5. Respuesta rápida: En caso de que se detecte una situación de seguridad o emergencia, el personal de seguridad remoto puede actuar de inmediato, notificar a las autoridades correspondientes y tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la ubicación.

Es importante tener en cuenta que la seguridad no se limita solo a la tecnología utilizada, sino también a la capacitación del personal de seguridad y a la coordinación con otros sistemas y medidas de seguridad existentes en el lugar.